El cliente consume y genera energía en un mismo contrato de suministro. Esta energía se resta a su consumo.
La energía consumida que la compañía eléctrica entrega al cliente es independiente de la energía que el cliente genera y vende a la compañía eléctrica.
El cliente vende a la compañía eléctrica toda la energía generada. No existe un contrato de suministro del cliente con la compañía eléctrica.